Haciendo las maletas I: se que estás ahí…
Siempre me he considerado un admirador de World of Warcraft, pero eso no me ha impedido posicionarme y dejar claras mis impresiones respecto a temas tan controvertidos como el del ID Real. Es cierto que podría haberlo hecho con algo más mano izquierda, pero así soy yo, educado en las formas pero directo en el contenido; escribo cuando siento la necesidad de compartir un hecho o lo que pienso al respecto. Soy ácido, irónico y exigente, porque creo que la gallina de los huevos de oro da para mucho más, sus jugadores se merecen mucho más. Creo que así ha sido como me he ganado a pulso la etiqueta de persona non grata para algunos.
Pero mi crítica es constructiva y así se refleja en este blog y en varias colaboraciones en la sección de sugerencias de los foros oficiales. Cuando he tenido una idea o una sugerencia la he compartido, aunque siempre he tenido la terrible sensación de que ese apartado (el de sugerencias) es un gran agujero negro que devora con el paso del tiempo, nuestras ilusiones por hacer de World of Warcraft un juego mejor. El dia que considere que World of Warcraft no vale la pena, que deje de recomendarlo, o cuando considere que no puede mejorarse, dejaré de escribir sobre él.
La resaca del ID Real
Finalmente venció la cordura y el sentido común (al menos por el momento). El echo de que finalmente no se vaya a publicar el ID Real en los foros oficiales es la mejor prueba de que sus detractores estábamos en lo cierto –se oye una gran carcajada–. Como comentó Eduardo Arcos en su artículo No pondrías un cartel afuera de tu casa diciendo el restaurante donde te encuentras. Entonces, ¿por qué te asustas cuando lo haces en Foursquare y alguien te va a buscar? «…cuando tienes un martillo en la mano, hay que ser lo suficientemente responsable para no usarlo para romperle la cabeza a alguien sino para clavar clavos…«. El mayor inconveniente de revelar del ID Real de un jugador no está en el echo de tener conocimiento de un nombre y unos apellidos, internet está plagado de nombres y apellidos que de forma aislada no significan nada para nosotros. El mayor inconveniente de revelar nuestra identidad es el mal uso que algunas personas pueden hacer con nuestra información. En World of Warcraft se generan grandes rivalidades y muchas personas podrían trasladar sus frustraciones y obsesiones del juego a la vida real. Muchos han argumentado que un nombre en la red no significa nada pero en la práctica es una afirmación muy inocente. Tampoco podemos olvidar que no hace ni dos meses que un pirado intento asesinar en la vida real a un adversario de un videojuego. Defendimos nuestro derecho a participar en los foros y mantener nuestra privacidad, y me alegro de que esa posibilidad siga existiendo.
Desconocidos
Gracias a las respuestas a preguntas comunes sobre ID Real que se publicaron en los foros oficiales sabemos algunas cosas más, como por ejemplo que la característica “amigos de tus amigos” podría ser opcional para proteger nuestro nombre de jugadores amigos de nuestros amigos desconocidos. Su justificación original sigue siendo muy ambigua:
Sigo sin comprender por qué debo mostrar mi nombre a los amigos de mis amigos, pues los jugadores que conozco y en los que confío en la vida real tienen múltiples vías de compartir su nombre de cuenta de Battle.net conmigo ¿para qué necesito entonces a esos otros desconocidos? También se confirma que existe una clara preocupación por la forma en la que un complemento (addon) diseñado de forma maliciosa podría conseguir información del ID Real y afirman que están trabajando en algunos cambios para mejorar la protección de nuestra identidad. En general encuentro la postura de Blizzard como positiva y más transparente, un paso es un paso.
La posibilidad de decidir
Pero no todo son buenas noticias, pues no hay planes para usar alternativas al nombre real como nombres de personajes o seudónimos alternativos, ni se menciona la posibilidad de ocultar nuestro estado para tener la posibilidad de «desconectar»… ni mucho menos que todas estas mejoras vayan a estar al alcance de aquellos jugadores que quieran preservar su privacidad, me refiero por ejemplo al chat entre diferentes reinos o facciones.
¿Quién no ha pasado de coger el teléfono cuando un amigo o familiar ha llamado en un momento inoportuno? Imagina esta situación: suena el teléfono, es un amigo, pero tu estás cansado/a o simplemente no quieres hablar en ese momento, así que decides no coger el teléfono y piensas que más tarde le devolverás la llamada. El teléfono vuelve a sonar por segunda vez, la decisión está tomada, es molesto que siga sonando y esperas a que desista. Por desgracia el teléfono suena por tercera vez, pero eso no es lo peor, escuchas una voz que dice –se que estás ahí ¿por qué no coges el teléfono?– mientras la alegre melodía de tu móvil se convierte en la banda sonora de una película de terror de serie B. Sí, muy peliculero, podrías haber descolgado y comentar que no era un buen momento ¡pero que demonios! ¡la decisión sobre qué hacer o qué no hacer debe ser tuya!
Pero cuidado… no poder ocultar el estado de conectado o desconectado puede tener otro tipo de consecuencias, pues muchos jugadores se pensarán más de una vez si vale la pena conectarse a World of Warcraft si al hacerlo le esperan ciertos compromisos. Llegados a ese punto, Wow dejaría de ser la escapada y pasaría a ser aquello de lo que escapar ¿paradójico verdad? No hablo de faltar al compromiso de una raid semanal, si no de tener la libertad de pasar desapercibido para esos jugadores que conozco y en los que confío en la vida real, como ese apasionado lector que busca un poco de tranquilidad para disfrutar de un buen rato de lectura, lo cual no significa que aprecie más un libro que a sus amigos.
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